Cuando estás estudiando una oposición uno de los retos más importantes, es poner a trabajar tu memoria a largo plazo; de nada sirve aprenderse un tema al dedillo y no volver a estudiarlo en meses, así te arriesgas a no recordar nada el día de examen.
Para que esto no ocurra y tu memoria a largo plazo funcione es fundamental introducir repasos en tu planificación.
El repaso es algo transversal al método de estudio; para poder afianzar lo que has estudiado y traerlo a tu mente el día del examen.
Convierte los repasos en un punto básico de tu planificación.
Tan importante es estudiar temas nuevos, como introducir semanas de repaso.
Para que esas semanas sean efectivas es fundamental tomar decisiones y seleccionar cómo hacer los repasos en función de:
- Tu velocidad de estudio.
- El tiempo del que dispones.
- Tu capacidad para memorizar.
Aquí no hay trucos ni atajos, ser consciente de tus circunstancias reales te ayudará a sacar el máximo partido a tu tiempo y tus capacidades, ni más ni menos.
¿Para qué hacer repasos en una oposición?
- Repasar es la base para ejercitar la memoria a largo plazo.
- Para profundizar en los temas necesitas hacer un aprendizaje por capas, con cada vuelta irás aumentando las capas de profundidad.
- Cada vez tendrás mayor dominio de los temas.
- Con cada repaso haces una tarea progresiva hasta colocar el tema en la memoria a largo plazo.
- Con cada vuelta realizarás tareas diferentes, imposibles de terminar en una sola vuelta (resúmenes, esquemas, extraer contenido difícil…)
- Para elaborar tu propio material, con cada vuelta: el tema perfecto llega después de muchas vueltas.
¿Cómo introducir repasos?
Con todos los conceptos claros, ahora llega el momento de introducir los repasos en tu planificación:
- Si te cuesta memorizar el contenido, o si te planteas la oposición a largo plazo (dos años, tres). Haz un repaso completo de todo lo que llevas cada tres semanas: tres semanas de estudio de temas nuevos y la cuarta de repaso.
- Si memorizas con cierta facilidad y si tu oposición es a medio plazo. Haz un repaso completo cada cuatro semanas: cuatro semanas temas nuevos y la quinta repaso.
- Si tienes más de un bloque de contenido intenta que no te coincida el repaso de varios bloques para no agobiarte, sobre todo los primeros meses.
Importante: Los repasos siempre se hacen desde el primer tema. Según vayan avanzando los meses meterás más temas para repasar por semana, y también necesitarás aumentar las semanas de repaso para poder ver todos los temas que llevas.
Si necesitas ayuda con tu planificación, tienes toda la información aquí.
Revisar y reajustar tu planificación es algo básico: vigila que tu progresión de repasos es realista y a la vez exigente.
Los micro-repasos
Una vez que tenemos claro lo necesarios que son los repasos, es importante ir un paso más allá e ir introduciendo en nuestra planificación los micro- repasos.
Son repasos que puedes hacer en cualquier momento del día a una parte del contenido, especialmente del contenido difícil. Estos micro- repasos pueden marcar la diferencia y hacerte brillar en tu examen, puede darte cinco o seis preguntas que pocas personas sepan, es contenido que por la dificultad hay gente que decide no estudiarlo, aprovecha ese hueco que dejan y cuélate.
Formato para los micro repasos:
Libreta pequeña, con tarjetas pequeñas y contenido muy preciso. No más de una libreta y 100 tarjetas, algo que puedas transportar con facilidad.
Estos micro repasos te llevarán 30 minutos al día, y los puedes incluir en cualquier momento que tengas: antes de dormir, en el trayecto a la biblioteca, al trabajo, mientras esperas a que tus peques salgan de una actividad extraescolar…
Te ayudarán a:
- Memorizar el contenido más difícil.
- Memorizar detalles con precisión.
- Aclarar contenido valioso: cifras, procesos, plazos…
- Acotar ese contenido lioso, tenerlo localizado y con fácil acceso para poder revisarlo hasta el día del examen.