Estudiar cualquier oposición va a exigir durante un tiempo indefinido, una dedicación y un compromiso extraordinario, si te lo quieres plantear con posibilidades reales. No hay oposición fácil, ni la suerte será suficiente para conseguirlo. Por eso, me parece importante que, antes de tomar la decisión, dediques el tiempo necesario a valorar diferentes aspectos.
En primer lugar, y hablando desde mi opinión personal, ser funcionario no significa que “te toque la lotería”. Quiero decir que, vas a tener que ir a trabajar todas las semanas, 35 horas y desempeñar el puesto que has elegido durante 25 o 30 años (siendo optimistas), así que, mejor que te guste. Porque si no te gusta, ¿para qué has hecho tanto esfuerzo durante los mejores años de tu vida?. Es cierto que no todos tenemos una vocación definida, pero sí un estilo de vida que nos gustaría llevar. En cualquier caso, en mi opinión, debes imaginarte haciendo ese trabajo equis años y sentir que te motiva y es para ti. Porque si tu vocación es otra y le dedicas el mismo número de horas, de meses y de años que le vas a dedicar a la oposición, puede que estés entre los emprendedores de éxito del año que viene. A veces pienso que nos pesan demasiado ideas como “seguridad”, “estabilidad”, “sueldo fijo”, “indefinido”, y perdemos de vista aquello en lo que realmente somos buenas, nuestro potencial y todo lo que podemos conseguir, sobre todo cuando tenemos mucha vida por delante. Aún así, cada persona tiene sus circunstancias, necesidades y motivaciones, sólo quería compartir esta reflexión.
Otra decisión a tomar en algunos casos es: 1) opositar a un cuerpo de un nivel más bajo para luego acceder al que realmente te gusta por promoción interna o 2) directamente opositar a lo que quieres, aunque sea una oposición de mayor número de temas y menos plazas. Os recomiendo que os informéis bien de los requisitos para la promoción interna, suelen ser concurso-oposición, habitualmente no se puede pasar directamente del subgrupo C1 al A1 y son procesos bastantes largos. Hablando de nuevo desde mi experiencia, el camino aparentemente más fácil (acceder por promoción interna) es mucho más largo y no es “tan fácil”, por muchos motivos: porque necesitas cierta antigüedad para competir con opciones en el concurso o porque en unos años tus circunstancias pueden variar, y es posible, que ya no dispongas del tiempo o la energía para seguir opositando. Pero de nuevo, cada persona tiene sus circunstancias que, en ocasiones condicionan nuestras decisiones. Yo siempre te animaré a luchar por tu sueños, aunque sea difícil, pero, una vez más, es mi opinión.
Y, en último lugar, plantéate el grado de compromiso real que puedes mantener en este momento con todo lo que exige opositar: a nivel de tiempo, energía, capacidad de concentración con tus circunstancias, etc. y, en base a ello, haz una previsión realista del tiempo aproximado que podrías necesitar: ¿2 años, 5 años, 7 años?. Plantéate de nuevo si es lo que quieres. Y toma una decisión. Así, evitarás sentimientos de frustración que pueden acabar en abandonos, después de haber hecho ya mucho esfuerzo.