Después de haber elegido la oposición que quieres preparar, conseguir el temario y, quizá, apuntarte en alguna academia o preparador, llega el momento en que, de verdad, te enfrentas, en la soledad de la sala de estudio, a toda la materia.
Lo primero, imprime y lee varias veces la convocatoria del BOE donde se publica tu oposición (o si aun no se ha publicado, la de la convocatoria anterior), donde se recogen las características del examen o exámenes que tendrás que afrontar y el programa completo.
Lee varias veces el programa y, si es posible, divide la materia en bloques para ayudar a simplificar el estudio en la fase inicial. Es importante que, al principio, aunque no seas capaz de profundizar en todos los detalles, vayas comprendiendo el conjunto de contenido al que te enfrentas. El aprendizaje es “de menos a mas”: primero la estructura de los temas y dos o tres ideas principales de cada tema y, posteriormente, serás capaz de integrar más nivel de precisión.
No intentes memorizar en la primera vuelta, no es la memoria que debemos fomentar en una oposición, ya que funcionará la memoria a corto plazo. La memoria a corto plazo es superficial, limitada en capacidad y de corta duración, por lo que será muy complicado memorizar tanta materia y, es posible, que para el día del examen no lo recuerdes. El aprendizaje debe ser acumulativo, por experiencia y utilizando la memoria a largo plazo, al generar tus propios apuntes y libretas y estudiarlo muchas veces (por sistema de vueltas o de arrastre).
No pretendas comprender cada párrafo en la primera lectura, por lo que te recomiendo que no pierdas tiempo en la literalidad en la primera vuelta. Es a partir de la segunda vuelta y sucesivas, cuando, una vez leída toda la información, serás capaz de integrar y comprender. En la primera vuelta subraya, haz resúmenes o esquemas y comprende la idea fundamental del tema. Necesitarás más lecturas para poder comprenderlo todo. Y es importante que esa conexión de contenido la hagas tú mismo, ya que esa conexión se grabará en tu memoria de forma integrada.
Por último, diseña un plan de estudio que incluya una buena planificación de los temas que estudiarás cada día, una estrategia de estudio que te permita avanzar con el contenido y cambia de forma progresiva tu estilo de vida, de tal forma que todo lo que hagas se oriente al estudio, que debe ser prioritario frente a otras actividades secundarias.