¿Quieres opositar y no morir en el intento? Todos lo que hemos iniciado este camino sabemos de sobra que no es fácil, pero si perseveras te darás cuenta que tu esfuerzo no fue en vano. En este artículo te daré algunas recomendaciones para que tengas la fuerza para avanzar. ¡A por tu plaza!
“El tiempo pasa volando, y sin darnos cuenta ya estamos en septiembre. ¿Sin darnos cuenta? ¿En serio?
Este topicazo lo oímos año tras año cuando se acaba el verano y empezamos un nuevo “curso” pero tú, que estás en un proceso de oposiciones eres más consciente que nadie del paso del tiempo.
“Un día te sientas frente al temario y tienes todo el tiempo del mundo por delante, y otro te das cuenta de que estás en una cuenta atrás”.
Tu fecha de examen está cada vez más próxima, así que tu principal propósito para los próximos meses, debería ser entregarte en cuerpo, alma y cerebro para conseguir tu objetivo: tu plaza…¡TU NUEVA VIDA!
Pero antes de seguir adelante tómate unos minutos para visualizar cómo puede ser esta nueva etapa de estudio, porque vas a pasar por muchos momentos emocionales diferentes, y está bien que seas consciente de que será así.
Y habrá otros que el cuerpo te pesará mil kilos y sólo levantarte de la cama será un mundo. Igual consigues estudiar un par de horas sin saber en qué estabas pensando las restantes.
Habrá días que te comas el mundo, estarás deseando levantarte y ponerte a estudiar, el tiempo pasará rapidísimo y estudiarás 10 horas.
Habrá días que no aguantes a nadie. Que todo te parecerá mal, que te digan lo que te digan, nada vale. Y pensarás que estás insoportable, que igual te está cambiando el carácter, …sin saber muy bien si merece la pena o no.
Habrá días que se atasque un tema y no avanzarás nada.
Otros en cambio, algo hará click en tu cabeza y entenderás todo lo que no habías entendido hasta ese momento.
Muchos días sabrás que puedes, que lo vas a conseguir, que es cuestión de horas, de dedicación y de constancia, pero que una plaza es tuya.
Pero otros dudarás de ti, de tu capacidad, de si esto fue una buena decisión, de si estarás perdiendo el tiempo, de si algún día lo conseguirás. Y te sentirás horrible.
Habrá días que parecerá que no memorizas nada, te saldrán mal los exámenes, te bloquearás con el preparador, empezarás a compararte con otros y todos lo harán mejor que tú. Y parecerá que en lugar de avanzar, desaprendes lo que ya sabías.
Habrá días muy grises, y sentirás miedo. Miedo a no conseguirlo, a defraudar a todos, a perder el tiempo, a no poder, a suspender. Tendrás mucho miedo a fallar.
Y otros sabrás que suspender no es fallar, que es parte del proceso y que ya llegará el momento en que estés tan bien preparada que aprobarás.
Hay días en los que sentirás angustia, frustración, inseguridad y agotamiento.
Otros, con cumplir los objetivos que tenías marcados para ese día, serás de lo más feliz.
Sí, habrá de todo.
Estos cambios de humor los causará la presión, la soledad, el cansancio y la complejidad de opositar. Es así. Te pasará a ti y a todo el mundo.
No sé si te ayuda, pero “todo esto se cura en cuanto apruebas”.