Situación típica cuando opositas: llevas dos o tres días estudiando regular, sin concentración, rindiendo poco y te ataca una vocecita interior que te dice: “Así no vas a aprobar nunca, no vales para esto, vas fatal“. Esa voz, quiere ayudarte, pero no lo hace de la forma correcta. Porque viene en forma de pensamiento negativo y bastante destructivo. Esa voz crítica nos juzga y nos descentra. Nos recuerda siempre que lo podríamos haber hecho mejor.
Hay que controlar esa voz crítica, para no perder el tiempo y mantener en todo momento la concentración. Para convertir la autocrítica en un aliado y no en tu peor enemigo os propongo utilizar los siguientes trucos:
- Cuando te encuentres pasando un mal momento mientras opositas y tu voz crítica te juzgue, reconócela y recuérdate simplemente que, lo estás pasando mal, porque el proceso de oposición conlleva mucha presión y es muy duro. Así tomas conciencia, no niegas el mal momento, pero tampoco permites que te destruya.
- Seguidamente, recuerda también que otros opositores han vivido este momento antes, al igual que tú y lo han superado. que muchos otros opositores lo están viviendo ahora al igual que tú, y que los que vengan en el futuro, inevitablemente lo vivirán igual. Porque opositar es así, un proceso altamente exigente y ese es el precio que pagas.
- Otra alternativa es darte cuenta de que este mal momento no es permanente ni durará más de unos días o semanas.
- Además, trata de no juzgarte. Si has cometido algún error en el estudio de la oposición, es una oportunidad de mejorar, ya habrá tiempo de modificarlo. Esos errores te ayudan a mejorar tu método de estudio.
Cuídate mientras dure este mal momento, porque pasará. La voz crítica destructiva debes sustituirla por una voz más generosa y realista contigo misma. Puedes decirte: “Estoy esforzándome mucho para aprobar, simplemente estoy cansada, toca descansar y recuperarme. Mañana sigo” Así te vuelves a sentir capaz y motivada otra vez.
Sustituye los ataques destructivos de tu autocrítica tan exigente, por afirmaciones positivas sobre ti misma (yo le llamo “mantras“, tipo: “si otros pueden, yo también”) . Creer esos juicios tan destructivos puede generar una imagen falsa de ti misma, te mina la moral y baja tu autoestima. Esa voz crítica no es un reflejo de la realidad, nace del agotamiento, de la presión y de la soledad a la que te sometes como opositor. Nace de experiencias anteriores negativas que has interiorizado. Confronta a tu voz crítica con experiencias positivas y con el tiempo tu voz crítica se irá haciendo más pequeña.