¡Opositar y trabajar! Uno de los mayores retos cuando inicias un proceso de oposiciones es estudiar y trabajar a la vez. Es cierto que no es algo fácil, pero si tienes un método estructurado y una buena estrategia puedes conseguirlo. Lo principal es que optimices tu tiempo al máximo.
Aquí tienes algunas claves para lograrlo:
Reorganiza tus horarios
- Para poder exprimir tu tiempo al máximo, será necesario que revises tu día a día y hagas cambios.
- Reajusta tus rutinas para acostarte antes y poder ganarle horas al día antes de empezar con otra actividad.
- Estudia antes de ir a trabajar. Rendirás mucho mejor a primera hora que cuando vuelvas del trabajo.
- Deja para después de trabajar el contenido más sencillo, con el cansancio memorizarás mejor lo que más fácil te resulte.
Prescinde de todo lo que no te aporta
- Elimina de forma temporal aquellas distracciones que ahora mismo te quitan tiempo, para centrarte en tu objetivo: planes que no te apetecen, llamadas de teléfono interminables, redes sociales que sólo te entretienen…
- Deja el móvil fuera de tu alcance mientras estudias.
Haz una planificación realista
Planifica teniendo en cuenta tu realidad, no pienses en escenarios ideales, esto sólo conseguirá que te frustres y te den ganas de abandonar.
Pide ayuda tu entorno
Si crees que alguien puede ayudarte en algo pídelo, ya devolverás todos los favores cuando tengas tu plaza y tu tiempo vuelva a ser tuyo.
Sé minimalista
- Haz la compra y cocina un sólo día a la semana.
- Reduce las tareas del hogar.
- Mantén ordenada tu mesa de estudio.
Reduce tu jornada laboral
- Si te lo puedes permitir, pide una reducción de jornada.
- Infórmate en tu lugar de trabajo si puedes hacer jornada intensiva.
- Cuando queden unos meses para tu examen puedes incluso pedir una excedencia.
- Es importante que para poder hacer cambios en tu jornada laboral reorganices tus gastos.
- Considera la reducción de sueldo, como una inversión en tu futuro.
Aprovecha los ratos muertos para repasar
- Si puedes ir a trabajar en transporte público aprovecha los trayectos para repasar.
- Si tienes jornada partida reduce el tiempo de comida e invierte el resto en repasos (media hora al día son 4,30 horas a la semana, casi 20 horas al mes…)
- Haz tu propio material de estudio que sea fácil de transportar; convierte las tarjetas y libretas con contenido difícil, en tu segunda piel.
- Ten siempre a mano tu material de estudio.
Convierte el estudio en un hábito diario
Aunque haya días que no le puedas dedicar mucho tiempo, instaurar una rutina constante de estudio ayudará a tu mente a ponerse en modo estudio cada vez con menos esfuerzo.