¿Cómo aumentar la concentración para estudiar? Uno de los mayores retos a los que nos enfrentamos en una oposición, es ser capaces de mantener el nivel de concentración al máximo durante todo el tiempo que dure el proceso.
La concentración es un factor que fluctúa más que si cotizara en bolsa; hoy tienes un día al 100% y mañana te distrae hasta tu propia respiración.
Si es cosa de un día, no te preocupes, mañana irá mejor.
Pero… ¿Qué pasa cuando la sensación de falta de concentración se repite durante días e incluso semanas?
Pues que toca poner en marcha un operativo para recuperarla.
Esto es, básicamente, poner conciencia y ver qué está fallando, porque a tu concentración ni se la ha llevado nadie, ni hace falta que la invoques; está ahí esperando que le construyas un hogar confortable en el que quedarse.
Posibles factores que interfieren en tu concentración
El mundo no va a remar a tu favor, hay un millón de distracciones que van a estar compitiendo por tu atención:
- Distracciones externas. Todo lo que no depende de ti. Llamadas de teléfono, interrupciones, ruidos, planes, los días soleados, una mosca… 😉
- Distracciones internas. Preocupaciones, tareas pendientes, cansancio, hambre…
Estrategias para aumentar la concentración:
- La concentración no nace, se hace; hay que entrenarla, no intentes pegarte panzadas de 8 horas si no tienes un hábito de estudio.
- Empieza por sesiones más cortas con descansos entre ellas y poco a poco ve aumentando el tiempo.
- Si ya tienes un hábito de estudio (y métodos de estudio), pero últimamente no rindes igual que antes, puede ser que necesites descansar.
- Date unos días para recuperar fuerzas y que tu mente se airee.
- Planifica cada día y define cuales son tus objetivos antes de empezar.
- Saber por dónde vas con tu planificación y ver cómo avanzas serán un empujón para no perder la concentración.
- Busca motivaciones que te ayuden cada día, ejemplo: “Si cumplo mis objetivos de la semana, el sábado hago un plan que me guste”.
- Cuanto mayor sea tu motivación, mayor será tu nivel de concentración.
- Ten claro el “para qué” estás haciendo esto; cuando sientas que un mono con dos platillos está a punto de entrar en tu espacio de estudio, repítete como un mantra tus razones para seguir.
- Organiza tu espacio de estudio. Espacio ordenado cabeza ordenada, el orden facilita la concentración.
- Evita distracciones. Deja el móvil fuera de tu alcance o ponlo el modo avión. Si estudias con ordenador o tablet, elimina las aplicaciones que puedan distraerte. Pídele a tu entorno que no te moleste, salvo emergencias, en un horario determinado.
- Empieza por lo más difícil. Es posible que tu nivel de concentración disminuya según avanzas, ataca lo más complicado en las primeras horas de estudio.
- Alterna contenidos. Cuando cambias de contenido tu interés también cambia y se reactivará la concentración.
- No dejes de estudiar ni un sólo día de los que tengas en tu planificación. Aunque no puedas sacar todas las horas que tenías previstas, una rutina sólida de estudio te ayudará a concentrarte con más facilidad.
- Divide el contenido en partes. Te concentrarás mejor si tu mente no se siente perdida ante un material inabarcable.
- Aliméntate de forma equilibrada. Es muy difícil estudiar con hambre, o con el estómago lleno. Busca tu equilibrio para mantener a tu cerebro alimentado e hidratado.
- Duerme lo que necesites y respeta tus descansos durante las horas de estudio. Tu cerebro necesita reponerse para rendir al máximo.
- Intenta no tener asuntos importantes pendientes. Habilita una libreta “guarda pensamientos”, y cada vez que te asalte una tarea pendiente o una preocupación anótala en la libreta. Después del estudio puedes revisarla y decidir cuándo vas a resolver cada tarea.
“Este camino sólo depende de ti, póntelo fácil, no seas tu mayor obstáculo”